domingo, 10 de noviembre de 2019

1 CRÓNICAS. CAPÍTULO XXVI.

261Clases de porteros:
De los corajitas: Meselemías, hijo de Coré, descendiente de Abiasaf. 2Hijos de Meselemías: Zacarías, el primogénito; segundo, Yediel; tercero, Zebadías; cuarto, Yatniel; 3quinto, Elán; sexto, Juan; séptimo, Elioenay. 4Hijos de Obededón: Sémayas, el primogénito; segundo, Yehozabad; tercero, Yoaj; cuarto, Sacar; quinto, Netanel; 5sexto, Amiel; séptimo, Isacar; octavo, Peuletay. 6Su hijo Sémayas tuvo varios hijos, que se impusieron en sus familias por sus grandes cualidades. 7Hijos de Sémayas: Otní, Rafael, Obed, Elzabad, y sus hermanos Elihú y Semaquías, de grandes cualidades. 8Todos éstos eran descendientes de Obededón. Ellos, sus hijos y sus hermanos eran setenta y dos en total, hombres de cualidades y robustos para el trabajo. 9Meselemías tuvo hijos y hermanos, dieciocho hombres capaces.
10Los hijos de JOsá, descendientes de Merarí, fueron: Simrí, el jefe, pues aunque no era el primogénito, su padre le dio el primer puesto; 11segundo, Jelcías; tercero, Tebalías; cuarto, Zacarías. Los hijos y hermanos de Josá fueron trece en total. 12A estos grupos de porteros, tanto a los jefes como a sus hermanos, seles encomendó el servicio del templo. 13Pequeños y grandes se sortearon las puertas por familias. 14La oriental le tocó a Selamías. La del norte, a su hijo Zacarías, que era un consejero prudente. 15La del sur, a Obededón, y a sus hijos los almacenes. 16A Josá le tocó la occidental, la puerta del Tocón, que da a la costanilla. 17Los turnos de guardia eran proporcionales: seis levitas por día en la oriental, cuatro por día al norte, cuatro por día al sur, y de dos en dos en los almacenes; 18junto a los soportales, a poniente, cuatro para la cuesta y dos para los soportales.
19Estas eran las clases de porteros, descendientes de Córaj y de Merarí.
20Levitas encargados del tesoro del templo y de los dones votivos:
Yejlelí, hjo de Ladán, guersonita. 22Los hijos de Yejlelí, Zetán y su hermano Joel, custodiaban los tesoros del templo.
23Descendientes de Ammrán, Yishar, Hebrón y Uziel: 24Subael, hijo de Guersón, hijo de Moisés, era el tesorero mayor. 25Sus hermanos, por parte de Eliezer, eran: Rejabías, Isaías, Jorán, Zicrí y Selomit. 26Este Selomit y sus hermanos custodiaban los dones votivos que habían regalado el rey David, los cabezas de familia y los generales, jefes y oficiales del ejército; 27parte del botín de guerra lo habían dedicado a la fábrica del templo; 28también custodiaban todo lo que habían donado el vidente Samuel; Saúl, hijo de Quis; Abner, hijo de Ner, y Joab, hijo de Seruya. Todo lo consagrado estaba a cargo de Selomit y sus hermanos.
29De los Yisharitas, Jeconías y sus hijos se ocupaban de los asuntos profanos de Israel como alguaciles y jueces. 30 De los hebronitas, Jasabías y sus parientes, mil setencientos hombres capaces, administraban los asuntos del Señor y de la corona de Israel, a occidente del Jordán. 31El jefe de los hebronitas era Yerías. El año cuarenta del reinado de Davide se investigó el árbol genealógico de los hebronitas y encontraron entre ellos gente capaz en Yazer de Galaad. 32Sus parientes eran dos mil setecientos cabezas de familia, todos hombres de armas; el rey David los puso al frente de los rubenitas, de los gaditas y de la media tribu de Manasés para todos los asuntos religiosos y de la corona.

Explicación.

26,1-19 Apreciamos el mismo orden y organización de un templo ya en funciones. Encontramos las expresiones variadas gibborê hayl, benê hayl, - ysh hayl, de sentido ambiguo. La primera era un término militar, las otras dos pueden aplicarse a cualidades civiles. A lo mejor el autor quiere aludir a la valentía de estos guardianes del recinto sagrado; sabemos por el libro de los Números que tenían que defender los accesos incluso dando muerte al intruso. Pues, si Dios no manda acercarse a uno, "¿quién se atrevería a acercarse? (Jr 30,21). En cambio, Zacarías ( v. 14) se distingue como "consejero prudente" puede ser una cualidad o un cargo, no sabemos si relacionado con el oficio de guardián.

26,20-28 Era normal que los templos tuvieran sus "tesoros" de objetos preciosos, sus almacenes y sus arcas de dinero, para la fábrica y los gastos del culto. Esta acumulación los hizo muy codiciados de los conquistadores (Nabucodonosor y de modo particular, Heliodoro, 2 Mac 3).

Lo extraño es encontrar entre los donantes o fundadores del tesoro al rey Saúl y a su general Abner. Quizá aluda a Nm 31,54 o le añade un acto semejante.

26,29-32 Aquí termina la cuidadosa separación de funciones, y encontramos a levitas encargados de asuntos civiles. Es imposible definir sus funciones específicas, la traducción es conjetural; a lo mejor su tarea era la recaudación de impuestos para el templo y palacio. Su capacidad se puede entender en sentido militar o civil. También es extraño encontrar un enclave tan considerable de levitas en Transjordania.

No hay comentarios:

Publicar un comentario