domingo, 10 de noviembre de 2019

1 CRÓNICAS. CAPÍTULO XXV.

Distribución de los cantores

251David y los directores del culto separaron para el culto a los hijos de Asaf, Hemán y Yedutún, que improvisaban al son de cítaras, arpas y platillos.
Lista de las personas empleadas en esta tarea del culto:
2De la familia de Asaf: Zacur, José, Natanías y Asarela, hijos de Asaf, bajo la dirección de Asaf, que improvisaba a las órdenes del rey. 3De la familia de Yedutún: Godolías, Yisrí, Isaías, Semeí, Jasabías y Matitías; seis en total, bajo la dirección de su padre, Yedutún, que improvisaba al son de la cítara, alabando y dando gracias al Señor. 4De la familia de Hemán: Buquías, Matanías, Uziel, Sebuel, Yerimot, Ananías, Jananí, Eliata, Guildalti, Romamti-Ezer, Yosbecasa, Maloti, Hotir, Majziont. 5Todos estos eran hijos de Hemán, vidente del rey, según la promesa divina de exaltar su prestigio. Dios concedió a Hemán catorce hijos y tres hijas. 6Todos ellos, bajo la dirección de su padre, cantaban en el templo del Señor con platillos, arpas y cítaras, ejerciendo el culto en el templo de Dios. Asaf, Hemán y Yedutún se hallaban a las órdenes inmediatas del rey.
7Su número, incluido el de sus parientes, era doscientos ochenta y ocho; todos dominaban el arte del cantar al Señor. 8Se sorteraon el servicio, sin distinguir entre pequeños y grandes, maestros y discípulos.
9En el sorteo salieron: Primero, José; con sus hermanos e hijos, doce. Segundo, Godolías; con sus hermanos e hijos, doce. Tercero Zacur, con sus hermanos e hijos, doce. 11Cuarto, Yisrí, con sus hermanos e hijos, doce. 12Quinto, Natanías, con sus hermanos e h ijos, doce. 13Sexto, Buquías; con sus hermanos e hijos, doce. 14Séptimo, Asarela; con sus hermanos e hijos, doce. 15Octavo, Isaías; con sus hermanos e hijos, doce. 16Noveno, Matanías; con sus hermanos e hijos, doce. 17Décimo Semeí; con sus hermanos e hijos, doce. 18Undécimo, Azarel; con sus hermanos e hijos, doce. 19Duodécimo, Jasabías; con sus hermanos e hijos, doce. 20Décimotercero, Subael; con sus hermanos e hijos, doce. 21Décimocuarto, Matitías; con sus hermanos e hijos, doce. 22Décimoquinto, Yeremot; con sus hermanos e hijos, doce. 24Décimosexto, Ananías; con sus hermanos e hijos, doce. 24Decimoséptimo, Yosbecasa; con sus hermanos e hijos, doce. 25Décimoctavo, Jananí; con sus hermanos e hijos, doce. 26Décimonono, Malotí; con sus hermanos e hijos, doce. 27Vigésimo primero, Hotir; con sus hermanos e hijos, doce. 29Vigésimo segundo, Guidalti; con sus hermanos e hijos, doce. 30Vigésimo tercero, Majziot; con sus hermanos e hijos, doce. 31Vigésimo cuarto, Romamti-Ezer; con sus hermanos e hijos, doce.

Explicación.

25 También los cantores forman 24 grupos. Ya hemos visto que los tres jefes representan las tres grandes familias levíticas (capítulo 6).

A los tres jefes se les atribuyen cualidades de "improvisar". La palabra hebrea es la que se emplea para la actividad profética, extática o no. Es claro que aquí no se trata de la misión divina para pronunciar oráculos, sino de un servicio litúrgico. Podemos pensar en la habilidad o "inspiración" para el canto, que muchas veces sería improvisado (como una forma de cante jondo); también se puede pensar en la composición literaria de textos litúrgicos, pero esto es menos probable. Si la interpretación es correcta, resulta que los artesanos constructores del arca estaban dotados de destreza, estos cantores poseían "inspiración". Y esto nos lleva a comparar la minuciosa organización arquitectónica del templo de Ezequiel y la organización del canto litúrgico en el presente libro. Si a David le estuvo negado realizar la arquitectura, para compensarlo se concentró en la música.

Al especificar, el autor distingue: Asaf improvisaba a las órdenes del rey (¿o siguiendo el texto del rey?); Yedutún improvisaba alabando al Señor; Hemán es "vidente" del rey, es decir, profeta oficial, como Gad o Natán.

25,4 Los cinco primeros nombres de la lista son normales; a partir del sexto encontramos formas anómalas. Tomando las consonantes de estos nombres, los comentaristas han reconstruido un fragmento de salmo de súplica, que se puede traducir así: "Piedad, Señor, piedad: mi Dios eres tú. Exalto y ensalzo tu auxilio. Cuando estaba abrumado, dije: Redobla las señales". Tratándose de especialistas del canto, es posible que recibieran o tomaran nombres de textos litúrgicos (cosa conocida en la cultura sumeria); como si sus nombres bien ordenados fueran ya un canto al Señor. La frase se deshace en la lista que sigue.

25,5 Es dudosa la traducción "para los asuntos religiosos y para los intereses de la corona", se podría traducir, "por encargo de Dios, para exaltar su poder" (el poder real).

25,6 Según el texto también las hijas cantaban en el templo, en un coro mixto.

25,7 Frente a la capacidad de "improvisación", el resto está "educado" o ensayado en cantar al Señor; puede tratarse del canto coral, programado, frente al canto improvisado de los solistas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario