De Adán a Abrahán (Gn 10; 25,1-4.12-15)
11Adán, Set, Enós, 2Quenán, Mahlalel, Yérd, 3Henoc, Matusalén, Lamec, 4Noé, Sem, Cam y Jafet.
5Descendientes de Jafet: Gómer, Magog, Maday, Yaván, Tubal, Mésec y Tirás.
6Descendientes de Gómer: Asquenaz, Rifat y Togarma.
7Descendientes de Yaván: Alasios, Tarsis, queteos y rodenses.
8Descendientes de Cam: Cus, Egipto, Put y Canaán.
9Descendientes de Cus: Sebá, Jávila, Sabtá, Ramá y Sabtecá.
10Descendientes de Ramá: Sebá y Dedán. Cus engendró a Nemrod, el primer soldado del mundo.
11Egipto engendró a los lidios, anamitas, lehabitas, naftujitas, 12patrositas, caslujitas y cretenses, de los cuales proceden los filisteos.
13Canaán engendró a Sidón, su primogénito, y a Het, 14y también a los jebuseos, amorreos, guirgaseos, 15heveos, arquitas, sinitas, 16arvadeos, semareos y jamateos.
17Descendientes de Sem: Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. Descendientes de Aram: Us, Jul, Guéter y Mésec. 18Arfaxad engendró a Sélaj y éste a Héber. 19Héber engendró dos hijos: uno se llamaba Péleg, porque en su tiempo se dividió la tierra; su hermano se llamaba Yoctán. 20Yoctán engendró a Almodad, Sélef, Jasarmaut, Yéraj, 21Hadorán, Uzal, Diclá, 22Ebal, Abimael, Sebá, 23Ofir, Javilá y Yobab: todos descendientes de Yoctán.
24Sem, Arfaxad, Sélaj, 25Héber, Péleg, Reú, 26Sarug, Najor, Téraj, 27Abrán, o sea, Abrahán.
De Abrahán a Israel (Gn 36)
28Descendientes de Abrahán: Isaac e Ismael; 29 sus descendientes: Nebayot, primogénito de Ismael, Quedar, Adbeel, Mibsán, 30Mismá, Dumá, Masá, Jadad, Temá, 31Yetur, Nafís y Quedma. Estos son los hijos de Ismael.
32Quetura, concubina de Abrahán, dio a luz a Zimrán, Yoxán, Medán, Madián, Yisbac y Suj. Descendientes de Yoxán: Sebá y Dedán. 33Hijos de Madián: Efá, Efer, Henoc, Abidá y Eldaá. Todos descendientes de Quetura.
34Abrahán engendró a Isaac. Hijos de Isaac: Esaú e Israel.
35Hijos de Esaú: Elifaz, Regüel, Yeús, Yalán y Córaj. 36Hijos de Elifaz: Temán, Omar, Sefó, Gatán, Quenaz, Timná y Amalec. 37Hijos de Regüel: Nájat, Zéraj, Samá y Mizá. 38Hijos de Seír: Lotán, Sobal, SIbeón, Aná, Disón, Eser y Disán. 39Hijos de Lotán: Horí y Homán; hermana de Lotán: Horí y Homán; hermana de Lotán: Timná. 40Hijos de Sobal: Albán, Manájat, Ebal, Sefí y Onán. Hijos de Sibeón: Ayá y Aná. 41Hijo de Aná: Disón. Hijos de Disón: Jamrán, Esbán, Yitrán y Querán. 42Hijos de Eser: Bilhán, Zaván, y Acán. Hijos de Disán: Us y Arán.
43Reyes que reinaron en el país de Edom antes de que los israelitas tuvieran rey: Bela, hijo de Beor; su ciudad se llamaba Dinhaba. 44Murió Bela y le sucedió en el trono Yobab, hijo de Zéraj, natural de Bosra. 45Murió Yobab y le sucedió en el trono Jusán, natural de Temán. 46Murió Jusán y le sucedió en el trono Hadad, hijo de Badad, el que derrotó a Madián en el campo de Moab; su ciudad se llamaba Avit. 47Murió Hadad y le sucedió en el trono Samlá, natural de Masreca. 48Murió Samlá y le sucedió en el trono Saúl, natural de Rejobot Hannajar*. 49Murió Saúl y le sucedió en el trono Baal Janán, hijo de Acbor. 50Murió Baal Janán y le sucedió en el trono Hadar; su ciudad se llamaba Pau y su mujer Mezahab. 51A la muerte de Hadar hubo jeques en Edom: Timná, Alvá, Yetet, 52Ohlibamá, Elá, Finón, 53Quenazí, Temán, Mibsar, 54Magdiel e Irán. Hasta aquí los jeques de Edom.
13Canaán engendró a Sidón, su primogénito, y a Het, 14y también a los jebuseos, amorreos, guirgaseos, 15heveos, arquitas, sinitas, 16arvadeos, semareos y jamateos.
17Descendientes de Sem: Elam, Asur, Arfaxad, Lud y Aram. Descendientes de Aram: Us, Jul, Guéter y Mésec. 18Arfaxad engendró a Sélaj y éste a Héber. 19Héber engendró dos hijos: uno se llamaba Péleg, porque en su tiempo se dividió la tierra; su hermano se llamaba Yoctán. 20Yoctán engendró a Almodad, Sélef, Jasarmaut, Yéraj, 21Hadorán, Uzal, Diclá, 22Ebal, Abimael, Sebá, 23Ofir, Javilá y Yobab: todos descendientes de Yoctán.
24Sem, Arfaxad, Sélaj, 25Héber, Péleg, Reú, 26Sarug, Najor, Téraj, 27Abrán, o sea, Abrahán.
De Abrahán a Israel (Gn 36)
28Descendientes de Abrahán: Isaac e Ismael; 29 sus descendientes: Nebayot, primogénito de Ismael, Quedar, Adbeel, Mibsán, 30Mismá, Dumá, Masá, Jadad, Temá, 31Yetur, Nafís y Quedma. Estos son los hijos de Ismael.
32Quetura, concubina de Abrahán, dio a luz a Zimrán, Yoxán, Medán, Madián, Yisbac y Suj. Descendientes de Yoxán: Sebá y Dedán. 33Hijos de Madián: Efá, Efer, Henoc, Abidá y Eldaá. Todos descendientes de Quetura.
34Abrahán engendró a Isaac. Hijos de Isaac: Esaú e Israel.
35Hijos de Esaú: Elifaz, Regüel, Yeús, Yalán y Córaj. 36Hijos de Elifaz: Temán, Omar, Sefó, Gatán, Quenaz, Timná y Amalec. 37Hijos de Regüel: Nájat, Zéraj, Samá y Mizá. 38Hijos de Seír: Lotán, Sobal, SIbeón, Aná, Disón, Eser y Disán. 39Hijos de Lotán: Horí y Homán; hermana de Lotán: Horí y Homán; hermana de Lotán: Timná. 40Hijos de Sobal: Albán, Manájat, Ebal, Sefí y Onán. Hijos de Sibeón: Ayá y Aná. 41Hijo de Aná: Disón. Hijos de Disón: Jamrán, Esbán, Yitrán y Querán. 42Hijos de Eser: Bilhán, Zaván, y Acán. Hijos de Disán: Us y Arán.
43Reyes que reinaron en el país de Edom antes de que los israelitas tuvieran rey: Bela, hijo de Beor; su ciudad se llamaba Dinhaba. 44Murió Bela y le sucedió en el trono Yobab, hijo de Zéraj, natural de Bosra. 45Murió Yobab y le sucedió en el trono Jusán, natural de Temán. 46Murió Jusán y le sucedió en el trono Hadad, hijo de Badad, el que derrotó a Madián en el campo de Moab; su ciudad se llamaba Avit. 47Murió Hadad y le sucedió en el trono Samlá, natural de Masreca. 48Murió Samlá y le sucedió en el trono Saúl, natural de Rejobot Hannajar*. 49Murió Saúl y le sucedió en el trono Baal Janán, hijo de Acbor. 50Murió Baal Janán y le sucedió en el trono Hadar; su ciudad se llamaba Pau y su mujer Mezahab. 51A la muerte de Hadar hubo jeques en Edom: Timná, Alvá, Yetet, 52Ohlibamá, Elá, Finón, 53Quenazí, Temán, Mibsar, 54Magdiel e Irán. Hasta aquí los jeques de Edom.
Explicación
1-9 Genealogías. De repente, sin introducción, empieza una lista. Podría servir de título 9,1.
Una de las aficiones sobresalientes de este autor son las listas de nombres. Una quinta parte de la obra la constituyen estas listas.
Desfilan en ella algunos nombres ilustres, como un friso con mucha historia cargada a las espaldas; otros son personajes secundarios; otros son simples comparsas en términos de acción. Y el autor no deja sin nombrar los jefes.
¿Por qué semejante afán? Desde luego actúa el deseo de registrar, la fidelidad burocrática de archivar y copiar. Claro que al lector normal no le interesan estas listas por sí mismas, y es lógico que se las salte. Muchos personajes y poca acción.
¿Hay algo más en ese afán? Una cierta afición nobiliaria a los árboles genealógicos: David empalma con Abrahán y Adán, muchos israelitas enlazan con los doce Patriarcas y con su padre, Jacob. EL pobre Israel del siglo V antes de Cristo tiene una ejecutoria de nobleza histórica: desciende de aquellos personajes que interpretaron una historia cuyo protagonista era Dios.
Esa historia es movimiento "de generación en generación": nada de mitos ni de héroes legendarios, sino hombres de carne y hueso con sus nombres propios (no figuran las mujeres). Y esa historia es prueba de la fidelidad de Dios, que no ha dejado perderse ni extinguirse a su pueblo, que siempre lo ha acompañado con la bendición patriarcal de la fecundidad, unas veces acreciendo, otras conservando un resto.
Como hay un libro que registra los nombres de los que viven, así este libro conserva el nombre y la memoria de los que vivieron y los transmite a la posteridad.
¿Se trata de nombres históricos o inventa el autor? Hemos de contar con el hecho de recuerdos tenaces en el seno de las familias y con la posibilidad de archivos salvados de la catástrofe. Carecemos de datos objetivos para controlar la validez de las listas. En cuanto a la transmisión escrita, el género se prestaba a las corrupciones, adaptaciones y demás errores de copia y trasliteración. En algunos nombres es posible apreciar un cambio de pronunciación o de escritura.
1. Los datos están tomados del Génesis, según la siguiente corresponda a:
Cr Gn Cr Gn
1-4 5,1-32 28-31 25,13-16
5-10 10,2-8 32-33 25,1-4
11-23 10,13-29 35-42 36.1-4.10-14.20-28
24-27 10,10-26 43-54 36,31-43
1,4 Todo arranca rigurosamente de uno y avanza en serie lineal, abandonando por el camino nombres de los que el autor no quiere acordarse (como Caín). La primera serie es una decena de puros nombres, sin verbos que los introduzcan o describan; serie que avanza aprisa para detenerse en Noé, donde el tronco se divide en tres ramas.
1,5-27 Es como un intento de clasificación etnológica simplificada. Actitud científica incipiente que se revela en el interés y la curiosidad por los datos, el gusto por el orden y la distinción en la clasificación; no faltan agrupaciones y asignaciones muy dignas de considerar. Observamos una aproximada correspondencia de jafetitas con Europa y Anatolia, de camitas con África, de semitas con Asia.
1,5-7 Se puede notar el grupo mediterráneo de Yaván (= jonios): alasios (Chipre), Tarsis (Italia o España), queteos (Chipre), rodenses (Rodos).
1,8-16 Parece tendencioso el incluir a los cananeos en la rama camita, ya que son indiscutiblemente semitas; el influjo de Gn 9,18-29 es innegable. Canaán sustituye a Cam y carga con la maldición. Algo parecido se puede decir de la agrupación de fenicios y filisteos como camitas, pues los filisteos pertenecen a los famosos "pueblos del mar" y los fenicios son semitas. En cuanto a Het, sabemos que los hititas eran indoeuropeos. Es decir, que los enemigos tradicionales de los israelitas han sigo asignados a la rama camita.
1,17-27 Los semitas distraen más al autor, que despeja y repite al final para darnos otra decena, hasta Abrán. Heber es el epónimo de los hebreos: así resulta ese gentilicio más extenso que "israelitas". Javilá y Sebá se encuentran también entre los camitas.
1,28-42 Comparado con lo anterior, Abrahán es un tronco que se ramifica como padre de pueblos. De Hagar y Quetura se llega a la tercera generación; de Sara, por Isaac y Esaú se baja hasta la quinta o sexta. Muchos de estos nombres se refieren a tribus o clanes nómadas, algunos de los cuales habitaron cerca de Israel y tuvieron relaciones hostiles o amistosas con ellos.
1,43-54 Edom se considera descendiente de Esaú, lo cual justifica su puesto en este lugar. La dinastía no es hereditaria, pero es fácil que estuviera registrada en los anales de la nación. El paso de los reyes a los jeques puede indicar decadencia de poder.
1,48 * = Plaza del Río.
¿Hay algo más en ese afán? Una cierta afición nobiliaria a los árboles genealógicos: David empalma con Abrahán y Adán, muchos israelitas enlazan con los doce Patriarcas y con su padre, Jacob. EL pobre Israel del siglo V antes de Cristo tiene una ejecutoria de nobleza histórica: desciende de aquellos personajes que interpretaron una historia cuyo protagonista era Dios.
Esa historia es movimiento "de generación en generación": nada de mitos ni de héroes legendarios, sino hombres de carne y hueso con sus nombres propios (no figuran las mujeres). Y esa historia es prueba de la fidelidad de Dios, que no ha dejado perderse ni extinguirse a su pueblo, que siempre lo ha acompañado con la bendición patriarcal de la fecundidad, unas veces acreciendo, otras conservando un resto.
Como hay un libro que registra los nombres de los que viven, así este libro conserva el nombre y la memoria de los que vivieron y los transmite a la posteridad.
¿Se trata de nombres históricos o inventa el autor? Hemos de contar con el hecho de recuerdos tenaces en el seno de las familias y con la posibilidad de archivos salvados de la catástrofe. Carecemos de datos objetivos para controlar la validez de las listas. En cuanto a la transmisión escrita, el género se prestaba a las corrupciones, adaptaciones y demás errores de copia y trasliteración. En algunos nombres es posible apreciar un cambio de pronunciación o de escritura.
1. Los datos están tomados del Génesis, según la siguiente corresponda a:
Cr Gn Cr Gn
1-4 5,1-32 28-31 25,13-16
5-10 10,2-8 32-33 25,1-4
11-23 10,13-29 35-42 36.1-4.10-14.20-28
24-27 10,10-26 43-54 36,31-43
1,4 Todo arranca rigurosamente de uno y avanza en serie lineal, abandonando por el camino nombres de los que el autor no quiere acordarse (como Caín). La primera serie es una decena de puros nombres, sin verbos que los introduzcan o describan; serie que avanza aprisa para detenerse en Noé, donde el tronco se divide en tres ramas.
1,5-27 Es como un intento de clasificación etnológica simplificada. Actitud científica incipiente que se revela en el interés y la curiosidad por los datos, el gusto por el orden y la distinción en la clasificación; no faltan agrupaciones y asignaciones muy dignas de considerar. Observamos una aproximada correspondencia de jafetitas con Europa y Anatolia, de camitas con África, de semitas con Asia.
1,5-7 Se puede notar el grupo mediterráneo de Yaván (= jonios): alasios (Chipre), Tarsis (Italia o España), queteos (Chipre), rodenses (Rodos).
1,8-16 Parece tendencioso el incluir a los cananeos en la rama camita, ya que son indiscutiblemente semitas; el influjo de Gn 9,18-29 es innegable. Canaán sustituye a Cam y carga con la maldición. Algo parecido se puede decir de la agrupación de fenicios y filisteos como camitas, pues los filisteos pertenecen a los famosos "pueblos del mar" y los fenicios son semitas. En cuanto a Het, sabemos que los hititas eran indoeuropeos. Es decir, que los enemigos tradicionales de los israelitas han sigo asignados a la rama camita.
1,17-27 Los semitas distraen más al autor, que despeja y repite al final para darnos otra decena, hasta Abrán. Heber es el epónimo de los hebreos: así resulta ese gentilicio más extenso que "israelitas". Javilá y Sebá se encuentran también entre los camitas.
1,28-42 Comparado con lo anterior, Abrahán es un tronco que se ramifica como padre de pueblos. De Hagar y Quetura se llega a la tercera generación; de Sara, por Isaac y Esaú se baja hasta la quinta o sexta. Muchos de estos nombres se refieren a tribus o clanes nómadas, algunos de los cuales habitaron cerca de Israel y tuvieron relaciones hostiles o amistosas con ellos.
1,43-54 Edom se considera descendiente de Esaú, lo cual justifica su puesto en este lugar. La dinastía no es hereditaria, pero es fácil que estuviera registrada en los anales de la nación. El paso de los reyes a los jeques puede indicar decadencia de poder.
1,48 * = Plaza del Río.
No hay comentarios:
Publicar un comentario